Es un dispositivo que controla la potencia consumida por el cliente en cada momento. Cuando el consumidor supera la potencia eléctrica contratada, este sistema automático corta el suministro de electricidad. Su finalidad es evitar daños en la instalación en el caso de que haya una sobrecarga.
Para volver a poner otra vez la instalación en servicio, hay que desconectar primero algunos aparatos enchufados para rebajar la potencia conectada por debajo de la contratada, esperar unos minutos y subir de nuevo la palanca en el cuadro de luz.
¿Si es obligatorio el interruptor de control de potencia, por qué no lo tengo instalado?
- Si es una vivienda antigua es posible que el interruptor de control de potencia no esté instalado, debido a que antes no era obligatorio.
- En ocasiones los propios clientes no quieren instalarlo para que no se corte el suministro de electricidad.
Queremos remarcar que actualmente es un requisito obligatorio, y que todos los consumidores que no instalen este dispositivo podrán ser penalizados por sus comercializadoras correspondientes. Lo bueno es que los nuevos medidores electrónicos llevan este aparato integrado, por lo que si es tu caso no tienes que preocuparte.
¿Cuáles son los motivos por los que puede saltar?
Si la potencia contratada en un domicilio es insuficiente, es muy posible que salte frecuentemente este dispositivo. En ese caso habrá que solicitar un aumento de potencia a la comercializadora, la cual se encargará de realizar toda la gestión. A pesar de ello, la distribuidora es la que tiene que modificar el ICP y el coste recaerá sobre el cliente.